El topónimo "Ribeira Sacra" podría proceder de la Edad Media y, en un principio, se pensó que el origen de su denominación estaría en el latín "Rivoira Sacrata" y que podría responder a la gran cantidad de monasterios y templos ubicados en los monumentales cañones y escarpadas laderas que jalonan la zona. Pero curiosamente hay estudios que avalan otra tesís y que defienden que "Rivoira" procede de roble, "Robledal Sagrado" lo que nuevamente nos remite a la cultura celta porque para ellos, los bosques de robles eran objeto de veneración.
Sea como fuere la Ribeira Sacra produce vinos tan originales como su paisajes llenos de secretos. Al igual que en otras zonas gallegas, el vino fue introducido por los romanos y desarrollado desde tiempos medievales por los monasterios. Los vinos se cultivan en terrazas de las que cuelgan las cepas sobre cañones casi verticales por encima del río, conformando un paisaje realmente singular.
Esta zona es uno de los mayores exponentes de lo que se conoce como "Viticultura heroica". El término se refiere a unas condiciones del terreno que complican, especialmente, el trabajo con las cepas y que hacen que viticultores y bodegueros desafíen al vértigo desde los bancales. Desde 2011 el CERVIM (Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña) cuenta con un sello específico que define este tipo de viticultura y que en España, sólo un par de Denominaciones de Origen puede utilizar, una de ellas es Ribeira Sacra.
Como guía turística relacionada con el vino, para esta zona os facilitamos el enlace turismo.ribeirasacra.org donde se encuentra toda la información sobre rutas en catamarán, senderismo, turismo activo, cultural, etc.
La D.O. Ribeira Sacra está orientada fundamentalmente a la producción de vinos tintos, a pesar de que se elaboran también blancos muy interesantes. Es la uva mencía la más cultivada en la zona, la cual da lugar a vinos de gran calidad, que sobresalen por sus aromas limpios, elegantes e intensos, su color cerezo intenso, brillante y con un ribete púrpura. Un ejemplo de ello es el algueira Mencía. Elaborado de cepas con 30 años y en bancales sobre laderas de fuerte pendiente, llenos de esquistos pizarrosos lo que obliga a una vendimia manual.
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